¡Hola, Hola! Después de una semana muy larga, vuelvo por acá. Ya se acercan los exámenes finales por lo que es momento de entrega de trabajos, exposiciones y prácticas. Los profesores deciden que entreguemos todo el mismo día y eso nos vuelve locos a todos. El día jueves tuve un Trabajo Final, una Práctica, un Trabajo sobre un Caso e iba a tener otro Trabajo Final más Exposición, pero felizmente el profesor aceptó postergarlo :)
Este post planeo hacerlo algo pequeño
(veremos cómo sale mientras voy escribiendo) y dedicarlo a contar otra de mis
experiencias de vivir en Lima. En realidad, se enfoca en un curso (materia) que
estoy llevando en la universidad que se llama “Proyección Social”.
Proyección Social lo llevo todos
los días viernes, de 8:30 a 12:30 de la mañana. El curso consiste en asesorar a
un microempresario, una persona del sector rural que no cuente con mucho dinero
para salir adelante y que mantiene un negocio pequeño. Dependiendo del
profesor, escogen un distrito de Lima de las zonas pobres de la ciudad, donde
cuenten con recursos escasos y baja calidad de vida. En mi caso, nos tocó el
distrito de San Juan de Lurigancho, a unos cuarenta minutos de la universidad,
al norte. En mi clase, hay más que todo, personas que se desarrollan en el
ámbito textil (cosen y tejen camisas, ropa para bebés, chalecos, polos, entre
otros) y además, una señora que se dedica a hacer postres y, la que me tocó a
mí, dedicada a un restaurante.
Fotos: San Juan de Lurigancho
Ethelvira Chuquihuara es mi microempresaria,
y ella junto a su hija Ivonne, llevan un restaurante que vende menús. El local
es en su propia casa, donde utilizan toda la sala-comedor para armar las mesas
y sillas y ahí realizar el servicio. Sus principales clientes son los
trabajadores de los talleres mecánicos que hay alrededor de la zona, y ellos o
van al mismo restaurante a almorzar o piden delivery. Ethelvira sale todos los
días (de lunes a sábado) tempranito por la mañana para ir al mercado y comprar
los insumos para cocinar los tres platos que ofrecerá. Luego, su hija Ivonne la
ayuda a cocinar y en dos horas y media ya está preparado su rico almuerzo
(¡realmente es muy bueno!). A las tres de la tarde, ya está cerrado el negocio,
y finalmente Ethelvira puede darse un descanso.
Fotos: Ollas, Sartenes de Ethelvira
La señora tiene cuatro hijos y
dos nietos, y todos viven en su casa, menos una de sus hijas que ya está
casada. Su esposo trabaja también, pero en otro negocio, por lo que regresa
tarde a la casa, así que ella se tiene que encargar del restaurante, de que sus
hijos desayunen, tengan lo que necesitan para el día y mantener un orden en la
casa. Cuenta con un canario, dos gatos y un perro que le hacen compañía, además
de su hija Ivonne y su nieta que siempre están ayudándola. Su casa está en
remodelación, recién la está ampliando para poder tener más comodidad, ya que
solo hay un cuarto dónde están todas las camas y un televisor. El lugar es
bastante humilde y a veces se me encoge el corazón al pensar en la manera en
que unos tienen que sobrevivir.
Fotos: Gatitos de Ethelvira
En todos los países hay pobreza,
pero la única que creo conocer (porque finalmente vivo en la ciudad) es la de
Lima, la capital. Conozco tal vez sólo el 10% de lo que realmente significa ser
pobre, pero ese poco me hace dar cuenta de lo mucho que tengo, que aprecio y
que hay un sufrimiento muy grande en otras personas. Y que ellas que son las
que menos tienen, son las que más ayudan, las más emprendedoras y que jamás se
rinden. Es increíble que Ethelvira haya hecho de todo para poder salir
adelante, nunca bajando los brazos, siempre buscando la manera de poder
alimentar a sus hijos y tener con que sobrevivir día a día.
Ya se termina el ciclo, las
clases y por lo tanto, la asesoría que le hemos estado brindando a Ethelvira
(dos amigos y yo). Le hemos enseñado a costear sus productos, a crear un menú
del día para que lo muestre a los clientes, le hemos indicado pautas de compra
y cómo podría mejorar…elementos que aún nos quedan explicar en los últimos dos
viernes que quedan. Me dará mucha tristeza dejar atrás a estas personas que me
han venido acompañando a lo largo de estos meses, personas que han aprendido de
nosotros y nosotros de ellos…pero al menos terminaré con una sonrisa al pensar
en que he hecho algo que realmente vale la pena y agradezco a la universidad
por aquello, por darme esa oportunidad de cooperar con un granito de arena a mi
país.
Lo más grato de todo esto fue la
feria del microempresario, el día viernes 22 de Junio. Estuvimos desde las 8 de
la mañana hasta las 9 de la noche en la universidad, apoyando a Ethelvira e
Ivonne. La feria consistía en promocionar los productos de los
microempresarios, venderlos y poder obtener una ganancia para ellos. Así, cada
alumno que lleva el curso organizó su puesto de venta, diseñándolo, y
estableciendo los precios. Había alrededor de 80 microempresarios con tres
alumnos cada uno. Durante todo el día, a nosotros nos tocó vender “Papa a la
huancaína, Arroz con pollo, Pan con Asado y Chicha morada”, comidas típicas de
mi país y las estrella de Ethelvira.
Fotos: Chicha morada y Pan con asado
Fotos: Papa a la Huancaína y Arroz con Pollo
Decoramos nuestro puesto con
gorritos de fiesta, cartulinas, una pizarra con el nombre y productos junto a
sus precios, tarjetas de presentación, ollas de barro, y otros elementos. Me
vestí de chef o hice el intento, y acompañé, junto a mis amigos, a Ethelvira e
Ivonne en esta experiencia muy grata. Vendimos todo, sólo quedó un poco de
chicha. Nos paseamos con los productos por la universidad, 8 de la noche
vendiendo papa a la huancaína con chicha, rebajándole el precio, haciendo
ofertas, todo con tal de poder vender. Mis amigos, mis profesores, todos nos
ayudaron y siempre nos sacaron sonrisas y nosotros a ellos.
Fotos: Con Ethelvira e Ivonne, Puesto de Florería y de Tejidos
Fotos: Puesto de Artesanía, Ropa y Anticuchos
Lo más importante es que
Ethelvira e Ivonne salieron muy contentas y cansadas también, ganaron más del
doble de lo que ganan normalmente y se fueron contentas ahora que podían pagar
un préstamo que tenían por comprar ollas nuevas para cocinar. Fue un trabajo
duro, pero lindo y nos dejó satisfechos a todos, nos llenó el alma. En serio.
Bueno…espero que les haya gustado
este post, al menos a mí me gustó mucho escribirlo. ¡Ya nos veremos en la
próxima! Disfruten del fin de semana.
Jergas peruanas:
-Ampayar (encontrar a alguien “con
las manos en la masa”, haciendo algo indebido)
-Arroz (cuando alguien no te da
bola dices…”Arroz”)
-“No quiere atracar” (no quiere
aceptar la propuesta)
-“Estuvo maleado” (estuvo
difícil, horrible)
-Cocos (dólares)
-China (cincuenta centavos de nuevo
sol)
-Luka (un nuevo sol)
-Una luka, china (un sol con
cincuenta centavos)
-“Me zurré la clase” (no fui a la
clase o no me importó)
-“No fui al colegio, me tiré la
pera” (no fui al colegio porque me dio flojera)
-Cabro, chivato (gay, maricón)
-Caleta (disimuladamente)
-“Ya pues causa” (ya pues amigo,
hermano)